Lucía Puenzo , una directora éxitosa y de las más jóvenes en Argentina, tiene una sencillez narrativa muy particular para mostrar problemáticas
como la intersexualidad o el enamoramiento adolecente a un nazi criminal que
resultan muy controvertidas y que siempre terminan siendo dramas inesperados y
ajenos al supuesto protagonista que plantea desde el inicio de sus obras. Sus ambientes son
muy sensatos, contextualiza muy bien a sus personajes y sus guiones están muy
bien estructurados. Es muy buena narradora y lo conjuga muy bien con su buena
dirección. En sus películas sus
historias son grandes temáticas que explotan de una realidad que te deja
perplejo al final.
Lucía
Puenzo atiende a la posmodernidad en sus temáticas más no en la presentación de
sus personajes. Recurre a la estructura tradicional para mostrar a su público los
grandes conflictos sociales de la actualidad. Atiende a historias universales
para presentarlas.
Lucía
Puenzo tiene una relación directa con la literatura, de hecho ella escribe la
novela y después estructura el guión. Menciona que "cuando escribe piensa en imágenes" (mal haría si no) y como sucede regularmente, su obra literaria suele
ser mucho más extensa y descriptiva que lo que nos presenta en sus films.
La
relación que se percibe entre el cine contemporáneo argentino y mexicano es
este reclamo a la justicia social que los jóvenes directores plantean de
distintas formas. La crudeza con la que se presentan los temas, la habilidad de
causar la angustia necesaria al espectador para dejarlo en plena reflexión
sobre las problemáticas expuestas, así como la extensión de sus argumentos
visuales que invitan a continuar con la discusión mental de quién mira sus
películas.
Sin
temor a equivocar una buena recomendación es la última película de Lucía Puenzo
llamada a partir de su obra literaria Wakolda como El médico alemán, escrita y dirigida por ella misma como la mayoría de sus
obras.
Es cine latinoamericano que no hay que dejar de ver.