Para
cuando Donald Kuspit escribe sobre el paso del arte analógico al arte
digital donde reflexiona de la representación de los objetos a la
codificación de las sensaciones, nunca imaginó lo que vendría a provocar
en la humanidad el avance tecnológico que sigue en pleno desarrollo y
que afecta cada vez más nuestras vidas por ende a nuestra cultura. Desde
1961 en donde se envían los
primeros correos electrónicos que para 1972 se empieza a popularizar,
internet crece de forma descomunal y en 1989 alcanza los 70 millones de
usuarios.
Para 1991 se crea la World Wide Web (“www”).
En 1993 se empiezan a desarrollar los navegadores, el primero llamado
Mosaic
que se conocería después como Netscape, en 1994 se crea Amazon, para 1994 Yahoo, en 1995 nacen los blogs y el
primer sitio de subastas de internet iBay. En 1998 aparece Google, luego en 1999 Napster, para 2001 Wikipedia, y las redes sociales en 2004 con Facebook y
YouTube. En 2006 internet alcanza los mil cien millones de usuarios. En 2007 se
crea Kindle y aparece el primer iPhone. En 2006 se lanza Twitter. En 2008 se
estima que hay 63 mil millones de páginas web. En 2010 hay mil 966 millones de
usuarios de internet y en enero de 2011 Facebook alcanza los 600 millones y en
la actualidad sobrepasa a los mil 200 millones de usuarios mientras que Twitter
apenas rebasa los 250 millones a nivel mundial. En México las cifras oscilan
en los casi 12 millones de “twiteros” y
alrededor de 51 millones de “facebookeros”. Estas dos redes sociales han venido a revolucionar las relaciones humanas del planeta.
Este
paso histórico nos muestra no solo
el avance tecnológico, sino también el desarrollo de las sensaciones que
la humanidad tiene ante estas herramientas y que le proveen de nuevas
satisfacciones. Entonces estamos no solo al paso de lo analógico a lo
digital que describe Donald Kuspit, sino adquiriendo nuevas sensaciones
ante un medio diferente al tradicional. Este recorrido entonces, también
lo podemos interpretar como un bosquejo de los intereses y
necesidades generales de la humanidad: la
interacción, el acceso a la información, la compra de objetos, las
relaciones humanas (ahora cibernéticas), la expresión videográfica, la
lectura, la comunicación, las micro-expresiones, y el poder de
compartir nuestras vidas personales e ideología por medio de los blogs y
las redes
sociales para alcanzar a ser difundidas al mayor número de usuarios
posibles y así dejar nuestra huella en la humanidad del paso de nuestra
existencia en este mundo.