jueves, 11 de septiembre de 2014

Una buena narradora fílmica


Lucía Puenzo , una directora éxitosa y de las más jóvenes en Argentina, tiene una sencillez narrativa muy particular para mostrar problemáticas como la intersexualidad o el enamoramiento adolecente a un nazi criminal que resultan muy controvertidas y que siempre terminan siendo dramas inesperados y ajenos al supuesto protagonista que plantea desde el inicio de sus obras. Sus ambientes son muy sensatos, contextualiza muy bien a sus personajes y sus guiones están muy bien estructurados. Es muy buena narradora y lo conjuga muy bien con su buena dirección. En sus películas sus historias son grandes temáticas que explotan de una realidad que te deja perplejo al final. 

Lucía Puenzo atiende a la posmodernidad en sus temáticas más no en la presentación de sus personajes. Recurre a la estructura tradicional para mostrar a su público los grandes conflictos sociales de la actualidad. Atiende a historias universales para presentarlas.

Lucía Puenzo tiene una relación directa con la literatura, de hecho ella escribe la novela y después estructura el guión. Menciona que "cuando escribe piensa en imágenes" (mal haría si no) y como sucede regularmente, su obra literaria suele ser mucho más extensa y descriptiva que lo que nos presenta en sus films.

La relación que se percibe entre el cine contemporáneo argentino y mexicano es este reclamo a la justicia social que los jóvenes directores plantean de distintas formas. La crudeza con la que se presentan los temas, la habilidad de causar la angustia necesaria al espectador para dejarlo en plena reflexión sobre las problemáticas expuestas, así como la extensión de sus argumentos visuales que invitan a continuar con la discusión mental de quién mira sus películas.

Sin temor a equivocar una buena recomendación es la última película de Lucía Puenzo llamada a partir de su obra literaria Wakolda como El médico alemán, escrita y dirigida por ella misma como la mayoría de sus obras. 

Es cine latinoamericano que no hay que dejar de ver.

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