lunes, 1 de diciembre de 2014

Gustos pervertidos

El tener buen ojo en el ámbito fotográfico es una cualidad pero si se conjuga con un buen "fierro" los resultados pueden ser dignos de estudio. El análisis de la imágen digital, sus valores de reconocimiento para definir sobre lo cotidiano y artístico son aún muy reducidos.  En el nombre de la fotografía se siguen produciendo encuadres con técnicas y herramientas que permiten deformar la imagen original y darle así a la realidad otra perspectiva. Para los fotógrafos tradicionales, puristas, siempre ha existido el reclamo de la deformación de la imagen. Me gustaría citar parte del manifiesto que Tina Modotti hace sobre la fotografía con la intención de reflexionar sobre el valor del arte fotográfico actual:

"...Tampoco importa saber si la fotografía es o no arte; lo que sí importa es distinguir entre buena y mala fotografía. Y por buena se debe entender aquella que acerpta todas las imitaciones inherentes a la técnica fotográfica y aprovecha las posibilidades y características que el medio ofrece; mientras que la mala fotografía se debe entender aquella que esta hecha, se podría decir, con una especie de complejo de inferioridad, no apreciando lo que la fotografía tiene de suyo, de propio y, en cambio, recurriendo a toda clase de imitaciones, dando estas obras la impresión de que el que las hace tiene casi vergüenza de hacer fotografías y trata de esconder todo lo que hay de fotográfico en su obra, sobreponiendo trucos y falsificaciones que sólo pueden agradar a los que tienen un gusto pervertido..."

Me temo que instagram y muchas otras aplicaciones que modifican la imagen "para mejorarla" están fuera de la buena fotografía a la que se refiere Tina. En la certeza de que uno de nuestros grandes genios fotográficos se volvería loco con todo el avance tecnológico actual, es preciso revisar estos principios que nos pueden reubicar en la apreciación de la imagen digital. 

miércoles, 1 de octubre de 2014

Recorrido histórico que "nos muestra"

Para cuando Donald Kuspit escribe sobre el paso del arte analógico al arte digital donde reflexiona de la representación de los objetos a la codificación de las sensaciones, nunca imaginó lo que vendría a provocar en la humanidad el avance tecnológico que sigue en pleno desarrollo y que afecta cada vez más nuestras vidas por ende a nuestra cultura. Desde 1961 en donde se envían los primeros correos electrónicos que para 1972 se empieza a popularizar, internet crece de forma descomunal y en 1989 alcanza los 70 millones de usuarios. Para 1991 se crea la World Wide Web (“www”). En 1993 se empiezan a desarrollar los navegadores, el primero llamado Mosaic que se conocería después como Netscape, en 1994 se crea Amazon, para 1994 Yahoo, en 1995 nacen los blogs y el primer sitio de subastas de internet iBay. En 1998 aparece Google, luego en 1999 Napster, para 2001 Wikipedia, y las redes sociales en 2004 con Facebook y YouTube. En 2006 internet alcanza los mil cien millones de usuarios. En 2007 se crea Kindle y aparece el primer iPhone. En 2006 se lanza Twitter. En 2008 se estima que hay 63 mil millones de páginas web. En 2010 hay mil 966 millones de usuarios de internet y en enero de 2011 Facebook alcanza los 600 millones y en la actualidad sobrepasa a los mil 200 millones de usuarios mientras que Twitter apenas rebasa los 250 millones a nivel mundial. En México las cifras oscilan en los casi 12 millones de “twiteros” y alrededor de 51 millones de “facebookeros”. Estas dos redes sociales han venido a revolucionar las relaciones humanas del planeta.

Este paso histórico nos muestra no solo el avance tecnológico, sino también el desarrollo de las sensaciones que la humanidad tiene ante estas herramientas y que le proveen de nuevas satisfacciones. Entonces estamos no solo al paso de lo analógico a lo digital que describe Donald Kuspit, sino adquiriendo nuevas sensaciones ante un medio diferente al tradicional. Este recorrido entonces, también lo podemos interpretar como un bosquejo de los intereses y necesidades generales de la humanidad: la interacción, el acceso a la información, la compra de objetos, las relaciones humanas (ahora cibernéticas), la expresión videográfica, la lectura, la comunicación, las micro-expresiones, y el poder de compartir nuestras vidas personales e ideología por medio de los blogs y las redes sociales para alcanzar a ser difundidas al mayor número de usuarios posibles y así dejar nuestra huella en la humanidad del paso de nuestra existencia en este mundo.

Estamos en redes


Hoy en día internet se ha convertido en una herramienta esencial en nuestras vidas en todos los ámbitos: en los negocios, en las relaciones sociales, en la salud, en el trabajo, en la cultura, en la educación, en la ciencia, en la política y en la movilización ciudadana como movimiento estratégico de la libertad de expresión y la democracia.

En la llamada cibercultura Carlos Scolari escribió un libro en 2004 llamado Hacer Clic, hacia una sociosemiótica de las interacciones digitales en donde teoriza la relación humana con las máquinas. La llegada de las redes sociales ha potencializado esta relación que no carece de importancia por la intervención que esta teniendo en nuestras vidas personales para desarrollar una nueva manera de relacionarnos con el exterior. No solo se convierte en una problemática sociosemiótica, ahora es ya es un canal de comunicación implícito en las nuevas generaciones.

El intercambio de información por medios digitales que ahora se desemboca, entre otras cosas, a las estrategias de comunicación para personas, instituciones y organizaciones que gustan de la difusión de sus acciones e ideas, es abrirse a la oportunidad de un mercado bien definido de los que podemos obtener resultados claros debido a las distintas aplicaciones que sirven para medir su eficiencia.

Por otro lado y si queremos trascender en las redes, tenemos las estrategias en contenidos que son atractivos para el público objetivo al que vamos dirigido y en donde la utilización de los canales adecuados será definitiva, como decía aquel título del teórico canadiense Marshall McLuhan que ahora se ha convertido en un lema publicitario: “The Medium is the Massage”.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Una buena narradora fílmica


Lucía Puenzo , una directora éxitosa y de las más jóvenes en Argentina, tiene una sencillez narrativa muy particular para mostrar problemáticas como la intersexualidad o el enamoramiento adolecente a un nazi criminal que resultan muy controvertidas y que siempre terminan siendo dramas inesperados y ajenos al supuesto protagonista que plantea desde el inicio de sus obras. Sus ambientes son muy sensatos, contextualiza muy bien a sus personajes y sus guiones están muy bien estructurados. Es muy buena narradora y lo conjuga muy bien con su buena dirección. En sus películas sus historias son grandes temáticas que explotan de una realidad que te deja perplejo al final. 

Lucía Puenzo atiende a la posmodernidad en sus temáticas más no en la presentación de sus personajes. Recurre a la estructura tradicional para mostrar a su público los grandes conflictos sociales de la actualidad. Atiende a historias universales para presentarlas.

Lucía Puenzo tiene una relación directa con la literatura, de hecho ella escribe la novela y después estructura el guión. Menciona que "cuando escribe piensa en imágenes" (mal haría si no) y como sucede regularmente, su obra literaria suele ser mucho más extensa y descriptiva que lo que nos presenta en sus films.

La relación que se percibe entre el cine contemporáneo argentino y mexicano es este reclamo a la justicia social que los jóvenes directores plantean de distintas formas. La crudeza con la que se presentan los temas, la habilidad de causar la angustia necesaria al espectador para dejarlo en plena reflexión sobre las problemáticas expuestas, así como la extensión de sus argumentos visuales que invitan a continuar con la discusión mental de quién mira sus películas.

Sin temor a equivocar una buena recomendación es la última película de Lucía Puenzo llamada a partir de su obra literaria Wakolda como El médico alemán, escrita y dirigida por ella misma como la mayoría de sus obras. 

Es cine latinoamericano que no hay que dejar de ver.

lunes, 8 de septiembre de 2014

La crudeza de Carlos Reygadas


         Carlos lo describe a su cine como “muy tierno, con muchos aspectosvisuales fuertes y con mucho espacio para el espectador” Esta definición encierra un desenvolvimiento creativo basado en la realidad que el director vive en diferentes lugares del país. Su lenguaje narravito es un tanto contradictorio al académicamente trabajado, ya que sus líneas históricas pareciera las dan los actores y actrices improvisados dependiendo la locación en donde filma.


Propio de la posmodernidad es el caos, lo que reclama individualidad al estar en contra de la manera tradicional de hacer las cosas, propone evolución visual en un ambiento que involuciona socialmente. El arte posmoderno de Reygadas vuelve a la naturaleza de los paisajes mexicanos y a mostrar la esencia de su gente como testigo de miseria humana envuelta de conflictos vivenciales que cada uno resuelve según la conveniencia del guión, que va de la mano con la realidad.


En la técnica, Reygadas también atiende a la posmodernidad en sus películas. El audio aunque pareciera ambiental, contiene detalles muy bien trabajados que nos llevan a primeros planos tan definidos como la respiración de los propios personajes. Con una fotografía simple en un estilo incluso documental, son planos con diálogo que escribe en papel el director y que va desarrollando conforme avanza la filmación. En su película Post Tenebras Lux usa un lente con vidrio vicelado que crea una especie de doble imagen alrededor de los personajes, argumenta el director fue utilizado para ver diferente a cómo lo ven normalmente nuestros ojos, “para verlo como lo veo con los ojos, yatengo los ojos, lo quiero ver de otra forma”. De esta manera el director muestra cómo no le interesa tanto impactar de alguna manera al espectador sino mostrar de la mejor forma lo que a él en lo personal lo está impactando de la realidad.

El cine de Carlos Reygadas es Neo-Barrooco, contiene varios razgos característicos a esta corriente que comulgan igualmente con el posmodernismo. La complejidad de los personajes a pesar de la sencillez con la que se presentan, la metamorfosis de las crisis internas de los mismos, el desorden social contradiciendo los paisajes naturales esplendorosos es también una constante en sus películas, así como los detalles en el ritmo lento, pausado y reflexivo de muchas de sus escenas que causan distintos sentimientos al espectador. 


No es elitista, es realista sin respeto a las clases sociales. No importa si están en un pueblo o en una comunidad menonita o en un entorno burgués, siempre sus personajes son tan fáciles de encontrar en la vida común, que se vuelven una estampa de situaciones comunes a las que la sociedad confronta. Carlos no nos cuenta historias extraordinarias ni nos ofrece alternativas fantásticas, es tan crudo como dos caballos copulando frente a un grupo de niños.


Parte de la estrategia de posicionamiento internacional me parece que la ha desarrollado a partir de la profundidad en sus declaraciones visuales que pueden molestar al idealismo y conformismo ideológico de muchos espectadores, sin embargo, estas expresiones mexicanas que viven y trascienden a otros países como la realidad de la humanidad que prevalece y representa a nuestro país, es muy discutida por los críticos, premiada y descalificada en donde se ha presentado. En Cannes, a pesar de los premios ganados, tuvo una reacción negativa muy fuerte en muchos críticos y periodistas, misma a la que director justifica por el poco entendimiento de la gente cuando ve una película “no codificada”.